CARNE PARA TODOS LOS GUSTOS
Muchos turistas llegan a Buenos Aires para aprender a bailar tango, algunos se sienten atraídos por la pasión futbolera, otros vienen con el objetivo de conocer la noche porteña o hacer algunas de las otras opciones que presenta la ciudad.
Sin embargo, lo que hará seguro un visitante es probar las carnes argentinas, mundialmente reconocidas como las mejores.
Existen varias opciones (al horno, plancha, sartén o cacerola) para prepararla, aunque la más tradicional y sabrosa es el asado; es decir a la parrilla o al asador. Las opciones de comer un buen plato de parrilla son múltiples y con mucha variedad de precios (desde $ 30 por persona). Se pueden pedir los cortes más populares y sabrosos, por ejemplo una tira de asado, o solicitar una parrillada donde se sirve un poco de cada corte o carne. Además hay lugares en que se paga una tarifa fija y tiene acceso libre a la parrilla para comer cuantas veces quiera.
Antes de servirse el corte principal se acostumbra a pedir una entrada -como un primer plato-, donde el chorizo, que se realiza con carne picada de cerdo, es el embutido más habitual. Aunque no hay que dejar de probar otros como la morcilla, la salchicha parrillera y las achuras, que son menudos de res, entre las que se destacan: mollejas, chinchulines, riñones y tripa gorda, entre otras. En algunos lugares también viene una provoleta (queso derivado del provolone que se derrite a las brasas y es servido con orégano y aceite de oliva).
A la hora del plato fuerte de la parrilla, la carne de vaca es la más común y solicitada; tira de asado, vacío y matambre, en ese orden, son los cortes más pedidos. Pero también debe saborear la entraña, el bife de chorizo o la colita de cuadril. Además se pueden conseguir pollo o costillas y matambres de cerdo.
Todas estas carnes pueden tomar un gusto aún más argentino si le agrega como aderezos el chimichurri (elaborado a base de ajo, perejil, pimienta, ají y aceite de oliva) o la salsa criolla (tomates, morrones, cebolla, aceite, vinagre y sal).
La otra posibilidad que hay para comer un buen asado es ir a los restaurantes donde la preparación se hace a las llamas, como se acostumbra en el campo. Pese a que su costo es más elevado, a partir de los $ 50 por persona, las carnes al asador son muy solicitadas por el sabor que adquieren cuando sus grasas se van quemando y cayendo al piso por ser cocinadas de manera horizontal. Lo más pedido es el costillar (que en comparación a la tira de costilla, llega a tener hasta seis o siete centímetros de espesor) y el vacío, ambos de vaca. Aunque también se hacen de esta manera otros animales como cordero (por lo general el patagónico), lechón, chivito, etc. Dándole mayor fuerza a una vieja frase criolla que se cita en el libro Martín Fierro y dice “Todo bicho (animal) que camina va a parar al asador”.
¿COMO HACER UN ASADO?
Hay dos maneras de hacer un asado. Una es a la parrilla, donde las carnes se cocinan a las brasas y de manera horizontal. Tarda al menos una hora para poder cocinarse.
Mientras que la otra es al asador, este es el método que se utiliza en el campo para hacer asados. Consiste simplemente en engancharlas a una estaca de hierro (a veces de un solo eje y otras en forma de cruz) que es clavada en el piso y se va cocinando en posición vertical a las llamas que se encuentran en el suelo. Al hacerse en esta posición las grasas que se van quemando van cayendo y la carne toma mayor sabor en no menos de tres horas.
Algunos datos
El acompañamiento más popular de la carne es la ensalada, las papas fritas comunes o a la provenzal (ajo y perejil). Mientras que en las bebidas lo más usual es el vino tinto, por lo que los establecimientos ofrecen una larga y variada carta con los mejores productos de las bodegas argentinas. En menor cantidad se elige el blanco y los que no acostumbran a beber alcohol optan por una gaseosa o agua mineral.
A la hora del postre se puede comer desde un helado hasta una ensalada de fruta, pero el turista no debe dejar pasar la oportunidad de conocer el tradicional dulce de leche. Este puede venir en un flan, un panqueque, un pastelito o un tiramisú.
Para los que no quieran sentarse en una mesa de restaurante y comer al plato, en la ciudad hay más de 100 carritos (puestos callejeros) donde se venden choripanes (sándwiches de chorizo), morcillas, vacío o bondiola de cerdo. Estos lugares se encuentran generalmente en las costaneras, sur y norte, y los bosques de Palermo.
Recomendaciones:
Sin embargo, lo que hará seguro un visitante es probar las carnes argentinas, mundialmente reconocidas como las mejores.
Existen varias opciones (al horno, plancha, sartén o cacerola) para prepararla, aunque la más tradicional y sabrosa es el asado; es decir a la parrilla o al asador. Las opciones de comer un buen plato de parrilla son múltiples y con mucha variedad de precios (desde $ 30 por persona). Se pueden pedir los cortes más populares y sabrosos, por ejemplo una tira de asado, o solicitar una parrillada donde se sirve un poco de cada corte o carne. Además hay lugares en que se paga una tarifa fija y tiene acceso libre a la parrilla para comer cuantas veces quiera.
Antes de servirse el corte principal se acostumbra a pedir una entrada -como un primer plato-, donde el chorizo, que se realiza con carne picada de cerdo, es el embutido más habitual. Aunque no hay que dejar de probar otros como la morcilla, la salchicha parrillera y las achuras, que son menudos de res, entre las que se destacan: mollejas, chinchulines, riñones y tripa gorda, entre otras. En algunos lugares también viene una provoleta (queso derivado del provolone que se derrite a las brasas y es servido con orégano y aceite de oliva).
A la hora del plato fuerte de la parrilla, la carne de vaca es la más común y solicitada; tira de asado, vacío y matambre, en ese orden, son los cortes más pedidos. Pero también debe saborear la entraña, el bife de chorizo o la colita de cuadril. Además se pueden conseguir pollo o costillas y matambres de cerdo.
Todas estas carnes pueden tomar un gusto aún más argentino si le agrega como aderezos el chimichurri (elaborado a base de ajo, perejil, pimienta, ají y aceite de oliva) o la salsa criolla (tomates, morrones, cebolla, aceite, vinagre y sal).
La otra posibilidad que hay para comer un buen asado es ir a los restaurantes donde la preparación se hace a las llamas, como se acostumbra en el campo. Pese a que su costo es más elevado, a partir de los $ 50 por persona, las carnes al asador son muy solicitadas por el sabor que adquieren cuando sus grasas se van quemando y cayendo al piso por ser cocinadas de manera horizontal. Lo más pedido es el costillar (que en comparación a la tira de costilla, llega a tener hasta seis o siete centímetros de espesor) y el vacío, ambos de vaca. Aunque también se hacen de esta manera otros animales como cordero (por lo general el patagónico), lechón, chivito, etc. Dándole mayor fuerza a una vieja frase criolla que se cita en el libro Martín Fierro y dice “Todo bicho (animal) que camina va a parar al asador”.
¿COMO HACER UN ASADO?
Hay dos maneras de hacer un asado. Una es a la parrilla, donde las carnes se cocinan a las brasas y de manera horizontal. Tarda al menos una hora para poder cocinarse.
Mientras que la otra es al asador, este es el método que se utiliza en el campo para hacer asados. Consiste simplemente en engancharlas a una estaca de hierro (a veces de un solo eje y otras en forma de cruz) que es clavada en el piso y se va cocinando en posición vertical a las llamas que se encuentran en el suelo. Al hacerse en esta posición las grasas que se van quemando van cayendo y la carne toma mayor sabor en no menos de tres horas.
Algunos datos
El acompañamiento más popular de la carne es la ensalada, las papas fritas comunes o a la provenzal (ajo y perejil). Mientras que en las bebidas lo más usual es el vino tinto, por lo que los establecimientos ofrecen una larga y variada carta con los mejores productos de las bodegas argentinas. En menor cantidad se elige el blanco y los que no acostumbran a beber alcohol optan por una gaseosa o agua mineral.
A la hora del postre se puede comer desde un helado hasta una ensalada de fruta, pero el turista no debe dejar pasar la oportunidad de conocer el tradicional dulce de leche. Este puede venir en un flan, un panqueque, un pastelito o un tiramisú.
Para los que no quieran sentarse en una mesa de restaurante y comer al plato, en la ciudad hay más de 100 carritos (puestos callejeros) donde se venden choripanes (sándwiches de chorizo), morcillas, vacío o bondiola de cerdo. Estos lugares se encuentran generalmente en las costaneras, sur y norte, y los bosques de Palermo.
Recomendaciones:
- Parrilla del Abasto (Asador Criollo y Parrilla libre). Esquina Aguero y Lavalle- Abasto. TEL: 4867-3984. Precio: $30.
- La Escondida (Parrilla). Costa Rica 4464- Palermo Viejo. TEL: 4833-9138. Precio: $35.
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