HISTORIA

Plaza de Mayo

EL PUEBLO SALIO A LA CALLE

Grandes multitudes, a veces contradictorias, han concurrido a lo largo de los años a expresar sus enojos, alegrías y reclamos.

En la Ciudad de Buenos Aires, dentro del barrio Monserrat, se encuentra la Plaza de Mayo, epicentro de las grandes manifestaciones populares ante los sucesos históricos de nuestro país. Se encuentra ubicada entre las calles Hipólito Irigoyen, Bolívar, Avenida Rivadavia y Balcarce.

Está rodeada por varios edificios de gran importancia como la Casa Rosada (Casa de Gobierno), el Cabildo Histórico de Buenos Aires, la Catedral Metropolitana, el Ministerio de Economía y el Banco Nación (sede central), entre otros.

El 11 de junio de 1580, día en que Juan de Garay fundó la ciudad, fue declarada sitio de justicia. Más cercano en el tiempo, en 1884, por orden del Intendente Torcuato de Alvear, se demolió la Recova Vieja, que dividía en dos a la Plaza Mayor (plazas de la Victoria y del Fuerte). El 17 de mayo de 1884, recibió su nombre actual: Plaza de Mayo.

Durante las invasiones inglesas en 1806 y 1807, fue testigo de la derrota británica. En 1810, fue el escenario de la Revolución de Mayo y luego, de los festejos por la Independencia del 9 de julio de 1816, declarada en el Congreso de Tucumán.

Además de las batallas de Maipú en 1818 y Caseros en 1852, se celebró la asunción del primer presidente elegido sin fraude, Hipólito Irigoyen en 1916. Pero en 1930, una plaza repleta recibió el golpe de estado de José Uriburu.

Años después, el 17 de octubre de 1945, los trabajadores del conurbano se acercaron a la plaza a defender al general Juan Domingo Perón (detenido por el gobierno), en lo que luego se conocería como el Día de la Lealtad. El 1º de mayo, Día del Trabajador, también fue frecuente testigo de los discursos de Perón y Evita, su segunda mujer.

El General era Presidente durante los bombardeos de junio del `55, en un intento de golpe de estado, y el 1º de mayo de 1974 Perón trató de estúpidos e imberbes, desde el balcón de la Rosada, a los Montoneros, agrupación de izquierda que lo apoyaba y se había levantado en armas.

Luego llegó la feroz dictadura de 1976 y las Madres de Plaza de Mayo, que caminaban alrededor de la Pirámide, reclamando por la aparición de sus hijos. Más tarde, en 1982, miles de argentinos apoyaron al dictador Galtieri, en la proclamación de la Guerra de las Malvinas.

El deporte estuvo representado en la plaza con los festejos de los mundiales de fútbol ganados por Argentina, con Menotti en 1978 en plena dictadura, y con Bilardo y Maradona en 1986.

El 10 de diciembre de 1983, una multitud celebró la vuelta de la democracia de la mano de Raúl Alfonsín y por último, en el lugar destinado, junto al Obelisco, a escribir la historia nacional, el 19 y 20 de diciembre de 2001, el Cacerolazo y la represión que causó 33 muertes, finalizaron antes de tiempo el mandato del ex Presidente Fernando De La Rúa, quien huyó de la Casa Rosada en helicóptero.