lunes, 1 de septiembre de 2008

DEPORTES



BUENOS AIRES DE COPA DAVIS

Silencio, por favor. Argentina y Rusia prometen dar un verdadero recital de tenis, cuando se enfrenten del 19 al 21 de septiembre en el Parque Roca en un nuevo capítulo por la Ensaladera de Plata.

Localidades agotadas. La ansiedad crece y la expectativa por ver picar la pelotita es cada vez mayor. Razones no faltan. Argentina y Rusia se verán las caras en la tierra batida del Parque Roca por una de las semifinales del Grupo Mundial de la Copa Davis.

Cuando Dwight Davis celebró hace 108 años la primera competición deportiva entre dos países -EEUU y Gran Bretaña- jamás imaginó que se convertiría en la competición anual de equipos más importante del mundo. Tal es así que en Buenos Aires, un fin de semana de Copa Davis es un acontecimiento nacional, único en el mundo.
Los jugadores sienten la emoción por representar a su patria y la gente hace todo lo que esté a su alcance para que el equipo visitante sienta la presión. Desde el típico “Ohhh” antes del saque rival y los constantes silbidos ante un fallo polémico del umpire, hasta el clásico “Ohhh, Argentina es un sentimiento, no puedo parar…” que baja de la tribuna cuando la serie ya está en el bolsillo.

Año tras año, el torneo gana cada vez más rating y tradición, sumando nuevas placas a la legendaria Ensaladera de Plata. Si bien Argentina no forma parte de las doce naciones que han levantado el trofeo, es uno de los pocos países que en cada serie, cualquiera sea la instancia, vive el verdadero clima de Copa Davis.
Ariel Cantiri


Estadio Parque Roca Av. Coronel Roca y Av. Escalada, Villa Soldati.
Líneas de colectivo: 6, 76, 91, 101, 115, 143 y 150.


Columna de Opinión
Mariano Ryan. Periodista de Clarín.

La bendita y esquiva Copa Davis parece, ahora sí, estar a la vuelta de la esquina... o no tanto. La semifinal frente a Rusia en el Parque Roca y una hipotética definición también de local le dan a la Argentina una ventaja importante teniendo en cuenta el poder que el polvo de ladrillo y su público tienen sobre algunos adversarios.

Argentina no llegará con sus jugadores en el mejor nivel, sólo Juan Martín del Potro obedece a ese parámetro. A Agustín Calleri y Guillermo Cañas les cuesta cada vez más afirmarse en el circuito y David Nalbandian, invicto como local en siete series, es una gran incógnita, aunque siempre da un plus en la Davis.

El equipo ruso de un viejo “zorro” como Shamil Tarpischev, hace 20 años que está en ese cargo gracias a sus contactos políticos primero y a sus condiciones de capitán después, será un adversario complicado. Cuenta con un equipo parejo, y tienen una historia reciente que los avala: fueron campeones en 2002 y la última en 2006, nada menos que ante Argentina en Moscú.

Pero la verdad se conocerá en Villa Soldati. Argentina buscará una victoria para tener una nueva chance de alcanzar esa Copa Davis, que es bendita y que tiene que dejar de ser esquiva. El tenis nacional, sus jugadores y su público, se deben esa alegría.





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