domingo, 1 de junio de 2008

EDITORIAL

Otrora paraíso de los noctámbulos y baluarte de los amantes de recorrer librerías, conducta que aún resiste. Bastión de los teatros de revistas y de otras salas bien porteñas cargadas de historia y tradición. En sus 69 cuadras se combinan, además, centros culturales, cines y bares. Nace en el Bajo y muere, aplicada, frente aun cementerio, el de la Chacarita. Generalmente, los pasos apurados la transitan en su mayoría indiferentes y los vehículos forman un embudo que se descongestiona al llegar al Obelisco. Casi sin querer, ha formado parte, en repetidas ocasiones, de la vida de los locales y de aquellos que visitan la ciudad. Por eso esta merecida tapa, avenida Corrientes, por tu importancia y trascendencia, porque fuiste, sos y serás parte de nuestra realidad más tradicional.

Ezequiel Ghione

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