miércoles, 1 de abril de 2009

GASTRONOMIA


SENTIRSE “COMO EN CASA”
Los cocineros abren las puertas de sus hogares para convertirlos en restaurantes privados en donde la gente busca privacidad y poder compartir una cena atípica.



“La gente busca algo diferente e incluso, en algunas ocasiones, ni vienen a comer, sino que lo hacen para disfrutar”, explica Alejandro, quien junto a su mujer, Rosana, hacen “La Cocina Discreta” y son uno de los pioneros en esta nueva tendencia de restaurantes a puertas cerradas que se comienza a instalar en Buenos Aires.

Este nuevo estilo de comedores se publicita por medio del boca a boca y sólo se puede acceder con previa reserva por teléfono o Internet con el dueño de la casa. En ninguno de éstos restaurantes se publicita la dirección del lugar, ya que recién se le informa al cliente una vez que se confirma la reserva. Sólo poseen páginas de Internet.
En algunos casos las mesas son grandes y todos los clientes comen juntos pese a no conocerse, mientras que en otras se prioriza la intimidad de las parejas, como en “La Cocina Discreta”, donde prevalece una luz baja que le da privacidad y una música acorde para el momento. “Acá vienen muchas parejas, gente que sale de trampa o hasta famosos, que además de venir buscar a un lugar alternativo, quieren intimidad”, comenta Alejandro que, a la vez, cuenta que una pareja se comprometió y realizó la reunión post casamiento ahí. En todo mercado, uno tiene que ofrecer algo distinto para sobresalir de la competencia. Alejandro y Rosana seducen con su galería de arte y la exposición de fotos de un viaje que hicieron hace unos años recorriendo el mundo, mientras que otros como “Paladar Doña Fela” (también conocido como “Del Caribe”) motiva a sus “clientes amigos” con su comidas cubanas y la atención personalizada de su carismático chef Ruperto, oriundo de la isla caribeña.

Otra característica que tienen estos lugares es que la gente después de cenar suele quedarse hasta la madrugada disfrutando de los vinos, un trago o un café, en vez de partir hacia un pub para tomar algo. Los menús están compuestos por una entrada, un plato principal y un postre, con distintas variedades para que el visitante elija a su gusto.

Los precios de la cena rondan entre los $75 y $100 por persona (únicamente trabajan con efectivo) sin bebida, la cual en algunos lugares puede ser llevada por el cliente o elegir de la carta de vinos que la casa les ofrece.
CONOCE MAS
Joaquín Zurletti
Fotos: Prensa.

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