domingo, 1 de marzo de 2009

PERSONAS Y PERSONAJES

UN GIGANTE DE UN METRO Y MEDIO

A un año de su fallecimiento, los argentinos aún extrañan la picardía de Jorge Guinzburg para hacer las entrevistas más audaces. El cómico que cautivó al público con su simpatía.


El 12 de marzo de 2008, Argentina se desayunó con la ingrata noticia de que ya no iba a haber nuevas versiones de "¿Cómo fue tu primera vez?", pregunta que Jorge Guinzburg no se privó de hacerle a ningún invitado.

A los 59 años, el cuerpo de este hombre que cumplió con casi todo los rubros dentro de los medios dijo basta a la pelea contra una afección pulmonar que lo venía maltratando desde hace varios años.

Guinzburg inició su camino en los medios en 1971 junto a su gran amigo Carlos Abrevaya como libretista de Juan Carlos Mareco. Poco tiempo más tarde, los dos llegan a la revista Satiricón como chisteros, aunque tomaron tanto protagonismo que rápidamente comenzaron a realizar entrevistas.

En 1977 ingresó al diario Clarín como guionista de la tira cómica "Diógenes y el Linyera", en la que permaneció hasta el día de su muerte. En ese periódico también escribió en la revista Viva, en la columna que denominó "Desde el diván" por sus análisis ingenioso de la realidad. Esas notas fueron recopiladas en su libro Sesiones Extraordinarias.

En 1982 llegaría el turno de la televisión. Comenzó como libretista de Tato Bores y año después debutaría con La noticia rebelde, donde comenzó a demostrar su habilidad para las entrevistas, en las que se lucía más en la repregunta que en la pregunta. Al mismo tiempo, irrumpió en la radio con En ayunas, El Ventilador y Vitamina G.

En la década del ’90 volvió a incursionar fuerte en la caja chica con Tres tristes tigres del trece, Peor es nada y La Biblia y el calefón, los que le permitieron alzarse con el Premrio Konex de Platino al mejor conductor.

Su última aparición televisiva fue en el mismo 2008 en el programa Mañanas informales, un éxito que marcó casi 20 puntos de rating en una franja horaria poco habitual, mientras que Revista Latina fue su más reciente producción teatral, aun vigente en el verano de Carlos Paz, Córdoba.

El hombre que siempre se quedaba con la última palabra por su rapidez mental ya hace un año que descansa en el cielo. ¿Se habrá animado a preguntarle a Dios cómo fue su primera vez? Seguro, jamás se inhibió de hacérsela a nadie.
Joaquín Zurletti

COLUMNA DE OPINION
Carlos Ulanovsky, amigo, periodista y ex jefe de redacción de la revista Satiricón. Considerado por Guinzburg como su primer "Gran Maestro".
UNA REFERENCIA DE INTELIGENCIA
Lamentablemente los turistas se perdieron de conocer a un personaje increíble. Jorge era un periodista, un publicista, un actor y fundamentalmente un humorista. Un tipo que tenía una mirada sobre las cosas absolutamente reidoras, una mirada original y ácida. El ejercitó todas las formas de humor desde el año 1971 en todos los medios que trabajó: gráfica, radio o televisión. En fin, un personaje muy completo.
Se lo extraña en ausencia y cada vez que uno tiene que buscar una referencia de inteligencia, inevitablemente cae en Jorge Guinzburg.

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