Foto: Esteban Montes
Pero como toda pieza puesta en escena, el Cervantes sufrió también de impericias y pesares. En 1926 una deuda hizo que Díaz de Mendoza ponga el edificio en subasta pública. Todo indicaba que el brillo y la magia que el enorme teatro había traído se habían desgastado demasiado rápido, pero la intervención de un amigo del matrimonio, el autor argentino Enrique García Velloso, permitió que el teatro se vuelva Patrimonio Nacional.
En 1933 se designó como director a Cunill Cabanellas, quien dio inicio a los talleres de escenografía y vestuario. Además, reclutó a importantes actores y autores nacionales y logró enaltecer el nivel de las realizaciones. También fundó el actual Instituto Nacional de Estudios de Teatro e inauguró el ala del Museo en el Cervantes, que aún hoy puede visitarse.
Ya en la década del `60, bajo la dirección de Narciso Ibáñez Menta, el teatro recibió obras como El Burlador de Sevilla de Tirso de Molina, y al elenco del Théatre Francaise encabezado por Madelaine Renaud y Jean Louis Barrault. Los aplausos de aquella noche se disolvieron cuando, a la mañana siguiente, el 10 de junio de 1961, un incendio devoró las instalaciones. La pérdida estimada fue de cincuenta millones de pesos. El ministerio de Educación y Justicia aprobó la reconstrucción y remodelación del teatro. La reapertura fue en 1968, y a pesar de sufrir los cambios políticos y económicos del país, el Cervantes siempre siguió en lo más alto.
En la actualidad, el gigante continúa presentando importantes obras poniendo de manifiesto la búsqueda de engrandecer a las puestas locales, pero sin olvidarse de los clásicos internacionales.
Whitelocke, un general inglés
De Cristian Krämer y Jorge Castelli - Funciones: jueves, viernes y sábados a las 21.30. Domingos a las 21.
Cremona
De Armando Discépolo. Adaptación Roberto Cossa. Funciones: jueves, viernes y sábados a las 21 y domingos a las 20.30.
Los que ríen los últimos
Una producción de La Zaranda Teatro Inestable De Andalucía La Baja. Funciones: jueves, viernes y sábados a las 21 y domingos a las 20.30.
La Trup Sin Fin
Escrita y dirigida por Hugo Midón. Funciones: sábados y domingos a las 16.
Arguedas, los ríos profundos
Presentada por el Grupo de Teatro Cuatrotablas, de Perú. Funciones: jueves, viernes y sábados a las 19 y domingos a las 18.30.
Agustina Jaurena
EL CERVANTES, UN ESPACIO QUE RESPIRA TRADICION Y EXCELENCIA
El lugar, que se destaca por su imponente estilo arquitectónico, se incendió en 1961 y se reabrió hace 40 años. Allí conviven los clásicos con obras recientes y ha albergado a destacados espectáculos nacionales y del exterior.
Detrás de los andamios que invaden la intersección de Avenida Córdoba y Libertad se esconde un gigante. Su historia comenzó el 5 de septiembre de 1921, cuando el matrimonio de los actores María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza pusieron en marcha el proyecto de construir un teatro que sería una "alta tribuna del arte y del idioma castellano ".
El Teatro Nacional Cervantes dio inicio a una etapa que puso a la actuación, la comedia y la dramaturgia en uno de los escalones más importantes a nivel nacional. Nadie mejor que su fundadora, la señora Guerrero, para dar el puntapié inicial a las historias en el escenario. La obra escogida fue La Mujer Boba, de Lope De Vega.
Pero como toda pieza puesta en escena, el Cervantes sufrió también de impericias y pesares. En 1926 una deuda hizo que Díaz de Mendoza ponga el edificio en subasta pública. Todo indicaba que el brillo y la magia que el enorme teatro había traído se habían desgastado demasiado rápido, pero la intervención de un amigo del matrimonio, el autor argentino Enrique García Velloso, permitió que el teatro se vuelva Patrimonio Nacional.
En 1933 se designó como director a Cunill Cabanellas, quien dio inicio a los talleres de escenografía y vestuario. Además, reclutó a importantes actores y autores nacionales y logró enaltecer el nivel de las realizaciones. También fundó el actual Instituto Nacional de Estudios de Teatro e inauguró el ala del Museo en el Cervantes, que aún hoy puede visitarse.
Ya en la década del `60, bajo la dirección de Narciso Ibáñez Menta, el teatro recibió obras como El Burlador de Sevilla de Tirso de Molina, y al elenco del Théatre Francaise encabezado por Madelaine Renaud y Jean Louis Barrault. Los aplausos de aquella noche se disolvieron cuando, a la mañana siguiente, el 10 de junio de 1961, un incendio devoró las instalaciones. La pérdida estimada fue de cincuenta millones de pesos. El ministerio de Educación y Justicia aprobó la reconstrucción y remodelación del teatro. La reapertura fue en 1968, y a pesar de sufrir los cambios políticos y económicos del país, el Cervantes siempre siguió en lo más alto.
En la actualidad, el gigante continúa presentando importantes obras poniendo de manifiesto la búsqueda de engrandecer a las puestas locales, pero sin olvidarse de los clásicos internacionales.
Los precios varían entre 15 y 30 pesos, según el espectáculo. Las entradas pueden adquirirse en las boleterías del teatro (Av. Córdoba y Libertad) de lunes a sábado de 19 a 20 y los domingos de 11 a 20, o a través de Ticketek en www.ticketek.com.ar o al TE 5237-7200.
CARTELERA
Whitelocke, un general inglés
De Cristian Krämer y Jorge Castelli - Funciones: jueves, viernes y sábados a las 21.30. Domingos a las 21.
Cremona
De Armando Discépolo. Adaptación Roberto Cossa. Funciones: jueves, viernes y sábados a las 21 y domingos a las 20.30.
Los que ríen los últimos
Una producción de La Zaranda Teatro Inestable De Andalucía La Baja. Funciones: jueves, viernes y sábados a las 21 y domingos a las 20.30.
La Trup Sin Fin
Escrita y dirigida por Hugo Midón. Funciones: sábados y domingos a las 16.
Arguedas, los ríos profundos
Presentada por el Grupo de Teatro Cuatrotablas, de Perú. Funciones: jueves, viernes y sábados a las 19 y domingos a las 18.30.
Agustina Jaurena
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