BUEN DESTINO: MUSEOS

EL HOMBRE DEL PUERTO

En el recorrido por la Ciudad de Buenos Aires es casi obligatorio pasar por La Boca, y es allí donde, en medio del arrabal y la pasión, se alza este universo dedicado a la cultura y a la vida del artista.

El primer detalle que diferencia al Museo de Bellas Artes de La Boca Benito Quinquela Martín de otros museos, es que en este no sólo hay exposiciones, sino que además funciona una escuela, tal como fue el sueño de su fundador, que proyectó en 1933 que los niños puedan acercarse a la pintura, la escultura, y demás formas de arte: “Llegar al pueblo por conducto del arte y elevar al niño al conocimiento inicial de la belleza”.

Su fuerte compromiso social y su amor por el país fueron el motor para que este espacio sea dedicado exclusivamente a artistas argentinos, entre los que priman aquellos cuya obra se dedica a lo costumbrista y al barrio boquense como Daneri, Lazzari o Vento, retratistas como Alice o Berni y paisajistas como Tessandori y Butler, entre muchos otros. Otra sala de este segundo piso está dedicada a los Mascarones de Proa, esos que los barcos ostentaban como augurio de buena fortuna para sus viajes.

Además de las obras expuestas en forma permanente, una sala ofrece muestras temporales: actualmente se puede disfrutar del importante artista argentino Roberto Duarte, maestro multipremiado cuyo expresionismo ilustra tópicos diversos como la Guerra de Malvinas, los crímenes de la dictadura o escenas bíblicas.

Al llegar al tercer piso del Museo de Bellas Artes de La Boca, se ingresa a lo que fue el taller y el hogar del maestro Quinquela Martín, donde se pueden disfrutar de sus increíbles obras dedicadas a la vida portuaria, esa que tanto lo atraía, y acercarse a lo que era su cotidianeidad, ya que los ambientes mantienen los muebles y la disposición de los objetos que pertenecieron al pintor.

Como inmejorable final del recorrido, se puede visitar el Patio de los Escultores en la terraza del edificio, donde hay obras de Riganelli, Irurtia, Cafferata y Correa Morales entre otros y además cuenta con una vista panorámica del barrio de La Boca.

Un imperdible, un lugar para acercarse al arte argentino y a la vida de un artista fundamental de nuestra cultura. Un lugar donde vivir un día diferente en la ciudad, lleno de puerto, color y pasión.