ROPA Y TENDENCIAS

LA SALADA UNA “CIUDAD DEL ESTE” EN EL CONURBANO BONAERENSE

Probablemente, sea la feria más grande del país. Ubicada en Lomas de Zamora, a la vera del Riachuelo, recibe diariamente a miles de compradores.

Entre puestos legales y otros no tanto, se esconden buenos precios, calidad dudosa e inseguridad, combinadas con extraños horarios de venta y atención al público, generalmente de madrugada, según decidan los organizadores de La Salada.

A orillas del Riachuelo, 20 hectáreas llenas de puestos y “subferias” interiores, como la Punta Mogotes u Ocean, dan colorido al paisaje triste de una zona del conurbano bonaerense con una evidente falta de limpieza y la contaminación del agua a simple vista. Remeras para mujer que van desde los 6 a los 20 pesos, tres pares de medias a $10, ropa de bebé desde $3 o pantalones a $20 y los más costosos, de jean, a $40, son algunas de las ofertas que se pueden encontrar en los pasillos.

Llevar cambio (dinero en billetes de poco valor, de $5 o incluso $2) es parte esencial del trato, al igual que dejar la tarjeta de crédito en el hotel (no se aceptan) y no comprar en el primer puesto: siempre puede haber otro “local” con el mismo producto a un precio más bajo, y si se tiene cambio, hasta se puede pedir una rebaja.

Para llegar se pueden tomar alguna de las 300 camionetas, colectivos o micros (en su mayoría ilegales) que por un bajo costo trasladan grandes cantidades de gente hasta la feria todos los días.

En colectivo se puede ir hasta Puente de La Noria en las líneas 141, 36, 117, 298, 540 A, 32 o 306 y desde allí tomarse colectivos o remises “truchos” que por alrededor de $1 llegan a la feria.

Para que las compras sean legales se deben pedir facturas de las mismas, pero no todos los locales están habilitados para darlas. En caso de una inspección policial a la salida de La Salada, las compras sin facturas podrían ser incautadas por Rentas de la Provincia de Buenos Aires.

EL CONSEJO

Antes de ir recuerde que la inseguridad está siempre presente, tanto en el predio como en los transportes al mismo, que probablemente no cuenten con las habilitaciones correspondientes para el traslado de pasajeros.