viernes, 1 de febrero de 2008

COMIDAS Y BEBIDAS

QUIEN A ARGENTINA VINO, Y NO BEBE VINO… ¿PARA QUE VINO?

Malbec, el vino típico del país que ha alcanzado reconocimiento internacional, y el Torrontés, la cepa blanca más simbólica de la Nación.

El vino ha sido por historia uno de los mayores deleites de cada uno de los sentidos del hombre, enmarcado por sus principales atractivos como son su equilibrado y potente gusto, su aroma que remite a recuerdos frutales y a matices florales, y su imponente intensidad que describe sus colores.

Quizá por estas cualidades y tantas otras el vino es considerado por muchos como un arte, al cual se lo venera y se lo disfruta con tanta pasión y que resulta un elemento fundamental en la mesa de los argentinos.

La región vitivinícola en Argentina se extiende al pie de la cordillera de los Andes a lo largo de más de 2.400 Km. y Mendoza es la provincia más importante con el 60% de la producción nacional.

El vino más tradicional entre los argentinos es el tinto, de mucho cuerpo y bastante astringente hasta el punto de ser llamado vulgarmente quebracho por su rusticidad al paladar.

Los más comunes son el Cabernet Sauvignon y el Malbec. La uva Cabernet Sauvignon es originaria de Burdeos (Francia) y es la reina de los cepajes tintos. Básicamente necesita añejamiento en vasijas de roble para desarrollar todo su potencial: un vino rojo, profundo, brillante, de gusto seco agradablemente ácido. Es el que tiene más aceptación, y se considera ideal dejarlo reposar media hora en la botella, tras el descorche, para que gane expresividad.

El Malbec también procede de Burdeos, de color rojo rubí intenso, sin embargo los argentinos casi lo han adoptado como propio y los vinos que se elaboran aquí con esta variedad son la bandera que mejor representa al producto en todo el mundo. En la zona de Maipú, Mendoza, alcanza su mayor desarrollo superando a las otras regiones del país.

Por supuesto que el vino blanco no deja de cautivar a pesar de ser opacado por el tinto. Este tipo de vinos, limpios y seductores, resultan frescos y elegantes, con la ayuda del clima, la tierra y la vid bien cuidada. Dentro de los blancos se destacan los Chardonnay, Riesling, Sauvignon Blanca y, muy especialmente el Torrontés. Esta última variedad de uva hoy en día se cultiva en la península ibérica y en Argentina, donde sin duda ha dado los mejores exponentes como varietal.

El Torrontés se convirtió en la cepa blanca emblemática de Argentina, representándola en el mercado internacional. Con una intensidad aromática muy particular, en la que prevalecen las frutas como el durazno, y flores como la rosa o jazmín, ha podido desarrollarse en Salta, Mendoza y Río Negro.

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